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Cota 45, se crea en 2015 y hace referencia a la situación que tiene sobre el nivel del mar. Estos 45 metros son los que el productor sanluqueño considera que es donde se encuentran los mejores suelos de albariza.
Ramiro Ibáñez, enólogo, un libro abierto de la historia de la viña y del Marco de Jerez, promotor de la recuperación del origen de gran parte del viñedo plantado en Cádiz. Respetado por todos, debido a su conocimiento y a la sencillez y humildad que rebosa cuando se le conoce.
Todo se crea en torno a los diferentes suelos de albariza y a la demostración del comportamiento, en estos distintos suelos, de las variedades autóctonas de la zona.
Trabaja tanto en viñas que son de su propiedad como en otras que no lo son, también compra uva a viticultores de Sanlúcar.
Divide sus vinos en: biológico (UBE), oxidativo (Agostado) y el dulce (Pandorga).
Además de tener en propiedad esta bodega, asesora a varias bodegas y junto a Willy Pérez rescataron la marca M. Ant. de la Riva, para realizar elaboraciones antiguas.